¿Qué implica la estrategia de transformación digital 2035 de Chile?
Chile es consciente de que tiene que mejorar ciertos aspectos para llegar a competir con el resto de países de América Latina. La mayoría tiene un plan de transformación digital y Chile no podía quedarse atrás, adoptando una serie de medidas que pueden hacer que el país se desarrolle a nivel global, con el objetivo de completarlas en 2035.
Como te puedes imaginar, es necesario llevar a cabo una serie de cambios para lograr que los ciudadanos aprovechen la transformación digital. Una de las claves es el acceso a Internet, necesario para la mayoría de la población en el día a día. Se prevé que muchos trabajos se desarrollen en la red en los próximos años, por lo que se debe contar con una buena conexión.
Además, la mayoría del contenido de entretenimiento también se consume en Internet. Esto pasa con los juegos tragamonedas en línea en Chile, donde Internet es clave para ofrecer estos juegos sin interrupciones. Cualquier persona con conexión a Internet de calidad puede entrar a estas plataformas y descubrir los múltiples juegos que se ofrecen desde cualquier lugar. Esto es un claro indicio de la importancia que tiene la transformación digital dentro de un país.
¿Qué es una transformación digital?
La transformación digital es imperativa para todos los países, pequeños y grandes. Ese mensaje se transmite alto y claro en casi todas las conferencias magistrales, mesas redondas, artículos o estudios relacionados con la forma en que los países pueden seguir siendo competitivos y relevantes a medida que el mundo se vuelve cada vez más digital. Lo que no está claro para muchos líderes es qué significa transformación digital.
Dado que la transformación digital es diferente en cada país, puede resultar difícil dar una definición que se aplique a todas. Sin embargo, en términos generales, definimos la transformación digital como la integración de la tecnología digital en todas las áreas de un país, lo que da lugar a cambios fundamentales en el funcionamiento de las administraciones públicas y en la forma de ofrecer valor a los ciudadanos.
Más allá de eso, es un cambio cultural que requiere que los países desafíen continuamente el sistema, experimenten a menudo y se sientan cómodos con el fracaso. A veces, esto significa abandonar procesos arraigados sobre los que se construyeron los países en favor de prácticas relativamente nuevas que aún se están definiendo.
¿Qué hay dentro del plan de transformación digital 2035 de Chile?
Un plan de transformación digital se centra en el “cómo” y el “qué”. La digitalización implica la incursión de la tecnología y la transformación digital implica cómo utilizamos esta tecnología para evolucionar el modelo de país. El plan de transformación digital ayuda a identificar qué debemos hacer y cómo debemos hacerlo, lo que nos permitirá fijar objetivos, generar una planificación y, sobre todo, hacer balance de los recursos necesarios para desarrollar este plan.
Visión del país
La primera palanca está relacionada con la necesidad del país de explorar las nuevas oportunidades que ofrece la digitalización en los próximos años. Es necesario alejarse de la gestión tradicional, mirar al futuroy diseñar una hoja de ruta que base la propuesta de valor al tratar de anticiparse a los cambios que se producirán (con todo el riesgo que ello conlleva).
Para no perder el foco, es necesario desarrollar la visión conectando dos conceptos, el país y los que están a su alrededor. En primer lugar, se puede utilizar con el objetivo de generar mayor eficiencia en el modelo actual, como hicieron hace unos años las entidades financieras, donde la transformación no sirvió para abrir nuevas vías de negocio, sino para crear mayor eficiencia en la línea existente (digitalización de procesos, reducción de tiempos, etc.).
Mejora de procesos
Los primeros pasos hacia la transformación digital en Chile se centran en la mecanización y optimización de los procesos. Con las primeras hojas de cálculo, la informática comenzó a abrirse paso en los departamentos de finanzas y contabilidad de la mayoría de las empresas, prefigurando la llegada de los robots a las líneas de producción.
Sectores como la banca, iniciaron este camino hace más de treinta años. La transformación digital de las entidades financieras supuso la aparición de los cajeros automáticos, la desaparición de las libretas de ahorro y el despliegue de las tarjetas de débito y crédito. Algo parecido puede ocurrir en Chile, permitiendo que los ciudadanos gestionen todos los asuntos administrativos a través de Internet.
Sin embargo, la mecanización de los procesos no es lineal en todos los sectores y áreas funcionales. Puede que haya algunas gestiones que no se pueden llevar a cabo con tecnología, por lo que es necesario prepararlo con tiempo para llevar a Chile al siguiente nivel.
