Cáncer Gástrico: la silenciosa y letal enfermedad que podríamos curar si consultamos a tiempo

El cáncer de estómago o gástrico es el quinto en incidencia y el cuarto en causa de muerte oncológica en el mundo, considerando a hombres y mujeres. Cada año más de 4 millones de personas fallecen por esta causa y se estima que 1 de cada 5 hombres y 1 de cada 6 mujeres desarrollarán esta enfermedad a nivel global. Por ello la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, en el mes de octubre, hace un especial llamado a la población a prevenir esta enfermedad.

En Chile, el cáncer gástrico sigue siendo la segunda neoplasia o tumor con causa de muerte en hombres y la cuarta en mujeres. Si bien es una enfermedad que registra cifras de alta mortalidad, es una patología que, curiosamente, se puede sanar. Entonces, ¿por qué una enfermedad cobra tantas vidas, si su tratamiento es curativo? Para entender más acerca de esta patología y de qué manera podríamos revertir esta preocupante tendencia, conversamos con el patólogo y oncólogo del Hospital de La Serena, el doctor Javier Elorza, Jefe de la Unidad de Oncología del recinto de salud.  

Para el especialista, la clave está en el diagnóstico temprano. “El 60% de los pacientes que se diagnostican con cáncer gástrico no se pueden operar porque se presentan con una enfermedad en etapa avanzada, esto significa que las células cancerígenas del estómago se han metatizado o diseminado a otros órganos del cuerpo y, por lo tanto, no es posible acceder al tratamiento quirúrgico curativo. En tanto, el 40% restante sí se puede operar, por eso es importante cambiar esta proporción, ya que mientras más pacientes lleguen sin metástasis, más personas se podrán operar y curarse de la enfermedad”, explicó Elorza.  

Cáncer gástrico: una enfermedad silenciosa

Esta patología afecta fundamentalmente al estómago en cualquiera de las partes que lo conforman -cardias, cuerpo o píloro- y una de las mayores dificultades que enfrentan los pacientes que la padecen, es que los síntomas son muy inespecíficos, volviéndolo un cáncer silencioso que se manifiesta en etapas avanzadas, lo que reduce o imposibilita las opciones terapéuticas.

“Desafortunadamente los síntomas y signos de esta enfermedad son completamente inespecíficos y se pueden dar en una multiplicidad de patologías digestivas, incluso benignas. Las personas indican fundamentalmente náuseas, vómitos, sensación de saciedad precoz o anorexia y dolor abdominal; síntomas que son muy comunes en otras enfermedades, por lo tanto, los signos de alarma específicos no existen. Ahora bien, si estamos frente a una persona que tiene síntomas digestivos persistentes asociados a una baja de peso, eso sí constituye un signo de alarma y debe consultar con su médico, ya que podría estar sufriendo una enfermedad digestiva grave”, explicó el oncólogo.

Helicobacter pylori: ¿por qué debemos estar atentos?  

Una de las principales causas del cáncer gástrico, es el “helicobacter pylori”, una bacteria que causa alteraciones en la mucosa del estómago y que desgraciadamente está presente en el 90% de la población mundial. Por lo general, se trasmite de una persona a otra por contacto directo con la saliva, vómito o heces; o también a través del agua o alimentos contaminados.

Su síntoma más frecuente es la aparición de placas o porciones de color blanquecino en la lengua o, incluso, en la parte interna de las mejillas. Normalmente junto con ello, la persona experimenta dolores bucales y sangrado al cepillarse los dientes.

El doctor Javier Elorza, explica que “esta bacteria se puede detectar precozmente, y de ser así, se indica tratamiento antibiótico, lo que no sólo erradica la bacteria, sino que también disminuye el riesgo de cáncer gástrico; por ello es importante diagnosticar y detectar a edades tempranas la bacteria para evitar lesiones a largo plazo”.  

El especialista también menciona que existen otros factores de riesgo, como el consumo de alimentos ahumados, “ya que el consumo de alimentos con hidrocarburos aromáticos o muchos asados, evidencia mayor presencia de la enfermedad, también el consumo alto de sal, el tabaquismo, la obesidad y el no consumir frutas y verduras”.

El llamado más importante que hace el oncólogo del Hospital de La Serena es que “frente a síntomas digestivos persistentes, usted debe consultar a su médico y solicítele una endoscopía digestiva alta, esa es la mejor herramienta que podemos tener para prevenir y evitar que las lesiones progresen y usted desarrolle un cáncer gástrico. No se trata de someterse a endoscopias todo el tiempo, sino que cada 5 años es un periodo razonable y si los resultados de éstas son buenos -es decir no muestran lesiones- se podrían hacer cada 10 años”.

La mortalidad por este cáncer no ha disminuido en los últimos 20 años en nuestro país, con sólo un 10% de sobrevida, es uno de los cánceres más letales que tenemos, cuya causa es la consulta tardía producto de la poca especificidad y manifestación de síntomas. En este escenario, el doctor Javier Elorza, recomienda que “el chequeo endoscópico preventivo, debe comenzar al menos, desde los 30 o 40 años para la detección precoz de un tumor y la erradicación de la bacteria helicobacter pylori”.

Esta enfermedad está presente en los países del llamado “Cordón de Los Andes”, es decir, Chile, Perú, Ecuador y Colombia con mayor tasa de incidencia, y junto a ellos también está Japón y Corea del Sur; sin embargo, éstos dos últimos países han logrado bajar la mortalidad por cáncer gástrico a cifras bastante bajas, fundamentalmente porque han implementado programas de screening masivo con población sana, para la búsqueda de lesiones incipientes, constituyendo un punto de inflexión. De ahí que el jefe de oncología del hospital serenense recalca que “la indicación es hacer una endoscopía, ya que lo otros mecanismos radiológicos como el scanner, la ultrasonografía u otras metodologías de diagnóstico radiológico, no ofrecen las ventajas que tiene la endoscopía para la detección temprana de lesiones en el estómago”.   

El especialista destaca que el cáncer gástrico presenta un historial que parte con lesiones muy iniciales, generalmente afectando la mucosa del estómago y se requieren muchos años para que dichas lesiones se transformen en una enfermedad cancerígena. Para comprenderlo de mejor forma, hace mención a lo que, en el mundo médico es conocido como la “Cascada de Pelayo Correa”, al respecto Elorza explica que “este médico elaboró un registro detallado que describe todos los cambios que van ocurriendo en el estómago hasta que se llega al cáncer gástrico y eso requiere entre 10 a 15 años aproximadamente, por eso se dice que hay que empezar la endoscopía alrededor de los 30 años, porque la enfermedad comienza a manifestarse entre los 45 y 50 años y su mayor incidencia se da entre los 50 y 60 años, pero a esta altura se llega demasiado tarde cuando la enfermedad está en etapas avanzadas y no tenemos opción de curarla”.

¿Qué alternativas de tratamiento tenemos?

El tratamiento de esta enfermedad es curativo a través de la cirugía, y en el Hospital de La Serena se realiza este tipo de intervención. “Este es el único tratamiento con intensión curativa del cáncer gástrico y en el hospital realizamos esta técnica quirúrgica desde hace bastantes años con buenos resultados. Contamos con cirujanos digestivos altos, endoscopistas, patólogos, oncólogos, entre otros especialistas que están muy bien formados para la realización de esta cirugía”, detalló el especialista.

Además, el médico patólogo, comentó que “existe una conexión muy interesante con tratamiento de oncología de precisión, que se puede entregar en estadios avanzados de la enfermedad, de hecho, el tratamiento estándar más adecuado para un paciente con cáncer gástrico metastásico se hace con inmunoterapia. Para ello se determina una proteína -que es la PDL1- en las células tumorales y si eso es positivo, la persona podría ser candidata a un medicamento que se usa en oncología de precisión y permite ofrecer mejores expectativas de sobrevida”.